SINOPSIS:
El criminólogo Lincoln Rhyme sabe que hay un antes y un después para cada episodio en la vida de un policía, y que algunos te cambian para siempre. Sucedió con el accidente que lo dejó tetrapléjico, con su mente como única arma para enfrentarse a los peores elementos del mundo del crimen. Y está a punto de volver a suceder ahora, cuando su camino se cruce con el de un sangriento psicópata conocido como El Relojero.
Dos hombres han sido salvajemente asesinados durante una gélida noche de diciembre en Nueva York. Junto a sus cuerpos, un reloj y una nota que promete nuevos y más feroces homicidios. Rhyme y la detective Amelia Sachs deben trabajar a contrarreloj para evitarlos, pero ella además se ve envuelta en un caso que podría sacar a la luz algunos oscuros secretos de su compañero de investigación.
Para quienes no saben, Jeffery Deaver dio vida a un criminalista muy especial en su libro "El coleccionista de huesos" (más de alguno quizás vio la película).
Lincoln Rhyme, nuestro criminalista muy muy experto, poseedor de una mente brillante, cierto día tuvo grave un accidente: le cae encima una viga suelta en una escena del crimen, la cual lastima su espina dorsal, dejándolo tetrapléjico. En "El coleccionista de huesos", Rhyme apenas es capaz de mover la cabeza, se encuentra postrado en una camilla, y por ende, necesitaba ojos, piernas y brazos en la escena del crimen para poder trabajar... porque él no se rinde, se ha jurado que algún día volverá a caminar y por eso sigue trabajando por fuera del cuerpo de policía. Aquí es donde aparece la agente Amelia Sachs, una policía de patrullaje normal, que, sin quererlo terminará siendo el cuerpo que Rhyme no puede mover, guiándola para dar caza al asesino serial que anda suelto, cada segundo cuenta para salvar una vida. Un clásico.
En Luna Fría tendremos de vuelta a Rhyme, han pasado algunos años, ahora puede estar sentado en una silla de ruedas eléctrica que controla con los dedos, y la agente Sachs se ha convertido en su pareja, pero no es romance lo que vamos a encontrar en las novelas de Deaver, si bien existen momentos emotivos, el autor los maneja muy bien y enfoca toda la atención en el operativo policial, el crimen no espera y aparece ahora un siniestro personaje denominado "El relojero" quien está sembrando el terror con dos asesinatos cometidos en una noche. En la escena del crimen, el relojero deja a un lado de la víctima, un reloj que no sólo marca la hora exacta, sino que también posee dibujos de la luna en todas sus fases, de ahí el nombre de la novela, estamos en vísperas de Navidad en New York y hace mucho frío. El caso llega a manos de Rhyme quien se pone en acción inmediatamente, Amelia es quien se encarga de salir a terreno para encontrar todas las huellas que se puedan reunir en la escena del crimen, pero esta vez, ella no estará tan concentrada, ya que está preocupada por otro caso que se le ha asignado, que le ha ido quitando un poco de su concentración. Rhyme, siempre tan práctico y estricto, no ve con buenos ojos que Amelia no esté al 100% pero de todas formas la deja, ya que no confía en nadie más, a pesar que cuenta con más oficiales competentes, como lo es el agente Pulaski, pero como es joven, Rhyme siempre lo trata despectivamente, le dice "el novato" y vive reprochándole cada pequeño error, pero, en esta entrega, Pulaski se la jugará tanto, que ¡es posible que Rhyme lo suba de nivel!
Con el paso de las páginas comprenderemos que el relojero, pretende dar muerte violenta y lenta a varias personas, se ha hecho acompañar por un tipo repulsivo, gordo y adicto a la comida y al sexo, que pretende violar a las víctimas mujeres luego de ser asesinadas, así, ambos salen "ganando". El relojero es un hombre demasiado inteligente y deja muy pocas pistas sobre los motivos de su actuar, así como también casi nulas huellas en la escena del crimen. Por muchas páginas, jugaremos con Rhyme a desentrañar el misterio (dicho de otro modo, no podremos soltar el libro ni para ir al baño), pero, al igual que en el Coleccionista de Huesos, todo lo que creíamos que iba de tal manera, se desmorona, el relojero puede que no sea quien dice ser, y puede, que el caso que mantiene ocupada a Amelia Sachs, en realidad termine siendo de alguna forma parte de un plan aun más grande que el de un simple loco que anda matando gente y dejando relojes por ahí. Los giros de la trama son muchos e infartantes, cuando crees que todo está controlado, puede que el autor te dé otra sorpresa cuando apenas queden 30 o 40 páginas para terminar el libro
La gran novedad de esta entrega, es la inclusión de un personaje, que en lo personal, me encantó: la agente Kathryn Dance, experta en cinestesia, disciplina que estudia las reacciones del cuerpo humano a tal punto, que ella puede inferir cuando una persona está mintiendo, está estresada, rabiosa, o diciendo la verdad (o verdades a medias). Rhyme que tiene fe ciega en los errores que comenten los criminales y en las huellas que estos dejan aunque sean muy pocas, en un comienzo no va a tomar nada bien que uno de los hombres de su equipo mande a llamar a Dance, para que interrogue a un testigo que aparentemente no está diciendo todo lo que sabe, pero que resulta clave en un momento de la investigación. Dance, con un par de preguntas que parecieran no tener nada que ver con el caso (nombre del testigo, su ocupación, qué tal encuentra el clima, que donde vive, etc) es capaz de sacar un mapa de la persona, sabe que miente, y en un dos por tres puede presionarlo para que diga la verdad, es realmente muy hábil, su trabajo resulta tan impresionante, que Rhyme muy a su pesar, la llama continuamente durante el caso para que interrogue a diferentes personas, tal vez porque en cierto momento pudo leerlo a él, aun cuando Rhyme es conocido por ser una piedra dura de roer y casi sin sentimientos ni conductas sociales. Los interrogatorios de Dance dejarán con la boca abierta a cualquiera.
Si lo tuyo es la novela policial, no deberás dejar pasar a este autor, yo ya he leído varios libros de él y no sólo los que protagoniza Lincoln Rhyme son excelentes, pero admito que mis favoritos son los que tienen que ver con Rhyme y Sachs.
No he leído nada, ni del autor ni del género, pero esta novela me llama mucho la atención... quizás dentro de poco me ponga con ella ^^
ResponderEliminar¡Saludos!
PRIMERO LEE EL COLECCIONISTA DE HUESOS!, es del mismo autor y es BRUTAL, en serio, la amas con todo el tuetano jajajajaja y si Deaver, es por mucho de los mejores autores de novela negra-policiaca de nuestros tiempos.
Eliminar¡Hola!
ResponderEliminarParece un libro interesante. Muy de mi estilo. Ahora mismo buscaba algo de este tipo, así que me lo apunto.
Gracias por la reseña. Es estupenda.
¡Nos leemos! :)
HOLA!!!!!!!!!!!!!!!!!, de este autor te recomiendo encarecidamente que empieces con EL COLECCIONISTA DE HUESOS; es del mismo autor, de la misma editorial y cuesta más o menos lo mismo, lo amarás y es el primer libro en la serie del detective :D
EliminarTambién crea, casi por accidente, un personaje tenebroso muy interesante: el relojero es el mejor "malo" desde Moriarty, al menos para mí gusto.
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