Reseña de Marina de Carlos Ruiz Zafón.

Título: Marina.

Autor: Carlos Ruiz Zafón.

Precio: 268 pesos mexicanos.

Fecha de salida al público en México: 2008.

Páginas: 290.

Editorial: Planeta Internacional por medio de su colección AE&I.

Formato: Rustica con solapas.

SINOPSIS:

Marina, del escritor Carlos Ruiz Zafón, es la obra que precede a su gran éxito, la sombra del viento, con la que es difícil evitar compararlo, ya sea por la aparición de un inspector de policía implicado en la historia, del personaje central de marina, por la aparición de otra pluma Mont Blanc o por la gran facilidad para describir el entorno de los personajes y de sus sentimientos. Marina nos desvela el secreto del personaje Oscar Drai, que tras años de huir de su gran aventura de joven, decide volver a su ciudad natal Barcelona para contarnos una historia de amor que nunca dejará de atormentarle. La historia transcurre en un corto espacio de tiempo, para ser más exactos de finales de septiembre de 1979 hasta mayo de 1980, pero el personaje no decide contarnos su aventura hasta 15 años después, cuando se da cuenta que no puede huir de su pasado. Oscar Drai es un joven de 15 años que vive en un internado, que por casualidad o por sus ganas de explorar los alrededores, decide adentrarse en un viejo caserón de Sarriá abandonado. Allí conocerá a Marina y a su padre Germán Blau, un pintor viudo, muy apenado por la muerte de su esposa. Poco a poco el personaje se involucra en su vida y se adentra en una historia llena de misterio que puede costarle la vida o algo más. Pero en realidad es una historia de amor, envuelta de misterio y de terror. Luego irán apareciendo otros personajes que nos introducirán en la parte más misteriosa del argumento (Mijail Kolvenik, su esposa Eva Irinova, el doctor Shelley y su hija maría, y como no el inspector Florián).

Tenía mucho que no les traía una reseña de un libro que haya llegado a mis estantería por la inversión de mi módico bolsillo, ¿cierto? A finales del año pasado tuve a buen acierto leer un libro que la gente había estado recomendándome de manera encarecida y más, ese libro fue La sombra del viento del autor Carlos Ruiz Zafón. Tras un par de hojas y muchas horas invertidas me sentía decepcionado, sentí que había metido la pata por completo, resulto ser que de principio la novela no me atrapaba en lo más mínimo, y siendo sinceros me era muy incómodo leerla (el libro es un poco grueso, y la edición que yo tengo es en pasta dura y, admitamoslo, los pastas duras se ven bonitos, pero son la cosa más estorbosa del mundo), estaba por dejarla cuando como por arte de magia parece ser que el libro se dio cuenta de mis intenciones y empezó a tener un ritmo más sosegado y atrapante.

El problema fue uno, la prosa de Zafón. Cuando uno lo lee parece que está leyendo miel sobre rosas, tal cual lo leen, tal cual es, y me refiero a que este autor parece escribir poesía. En literatura hay algo llamado ritmo que en pocas palabras podría definirse como "el tono que poseen las palabras al leerlas", y no me refiero a ir por ahí recitándolas en voz alta, sino al contrario, es ese tono que poseen cuando las leemos en nuestro interior.

Cada autor es como un músico diferente, si bien Shakespeare es como Mozart, Stephen King como Los Ramones o Hendrix, pues bueno Zafón es una mezcla entre Carmina Burana y Era, tan gótico y épico a la vez que sinceramente da un poco de miedo e intimida, su vocabulario es extenso, avezado y en ocasiones quijotesco.

La cuestión es la siguiente, que por amor al arte, a la lectura y a que el libro resultó ser de lo mejor que leí en mi corta vida, Zafón se convirtió sin problemas en uno de mis autores favoritos, pero había una situación a considerar, ¿qué obra suya iba a ser la siguiente en caer en mis manos?

Me lo he estado preguntando últimamente y me he dado cuenta que había tenido los libros de Zafón echados a un lado, no porque me intimidasen, fueran difíciles o me aburrieran, sino porque me da miedo, me da miedo terminarme todos sus libros y descubrir que ya no hay más, y aunque creo fervientemente en el amor por la relectura, también es cierto que mis ojos están hambrientos de nuevas historias, y libros sobran en el mundo, lo que me falta es vida para leerlos. 

Zafón en su larga carrera, tiene poca bibliografía, es de esos autores a la Donna Tartt que publican cada cierta cantidad de años (saludos a George R.R. Martín) y que cuando lo hacen, ya se han cimentado tan bien su fama, público y reputación, que se vuelve un fenómeno mundial o al menos a nivel del país que lo edita.

Todos estamos esperando la cuarta parte de su serie de El cementerio de los libros olvidados, y no da señales de que vaya a salir pronto, ni éste ni el próximo año.

En fin, que mi primer obra de Zafón fue La sombra del viento, de la cual ya me explayé lo suficiente y si quieren leer mi opinión completa los invito a pasar aquí para que la lean en este mismo Blog.

Pasarían casi 9 meses más hasta que me decidiera a ponerme con una de sus obras y fue precisamente la última que había adquirido, Marina.

Marina llegó a mí de manera rara, todos mis libros de Zafón hasta el momento los tengo o en pasta dura o en tamaño Rustico con solapas, lo que me hace sentir feliz, sin embargo Marina no lo encontraba más que en formato de bolsillo, y teniendo en cuenta de que es el único formato en el que podré comprarme la trilogía de la Niebla de este mismo autor, pues bueno, me había resignado, hasta que un día caminando en librerías Gandhi (México) me encontré con la edición que ven en el inicio de esta entrada, y si bien es más cara que la de bolsillo, no podía dejarla ir.

Al poco de haberla comprado me puse con ella, y bueno... me quedé maravillado una vez más.

Zafón nos narra la historia como ya es su costumbre, a dos tiempos, es fanático del deus ex machina y del in medias res, pero qué le vamos a hacer.

La historia es contada por un chico llamado Oscar Drai, Oscar ha vuelto a Barcelona a rememorar su pasado, y es cuando decide contarnos la historia más inverosímil que jamás hayamos escuchado, la historia de Marina, de su amor de joven, de una aventura de fantasmas, monstruos, aberraciones, huidas e incendios, una historia que el vivió a la largo de una semana, que sobrevivió por meses y que ha recordado por años.

Seré franco, como bien dice la sinopsis del libro, me es imposible no comparar este libro con La sombra del viento, los aspectos que los hacen parecidos son más que los que los diferencian, sin embargo en pos de la honestidad, hay que tener bien claro que primero se escribió Marina y después La sombra...

Este libro seguirá en mi corazón por mucho tiempo. Es una historia de niños, una historia hecha para niños, jóvenes, adultos y viejos, una historia para envejecer con el papel y olerla y vivirla dentro de décadas futuras. 

Hablando con uno de mis mejores amigos en el mundo de la literatura (saludos, Franco) que resulta ser que ama a todos los autores que amo yo, o viceversa. Conversábamos sobre el hecho de que este libro es por mucho el menos creíble de Zafón, consta no solo de su toque gótico de las calles de Barcelona, si no también de un toque de realismo mágico, llegando casi a la fantasía,  pero ambos coincidimos en lo mismo... Es la primer apuesta del autor por hacer algo más, estaba haciendo esa transición de fantasía juvenil a novela gótica detectivesca de medio siglo y estaba puliendo detalles. Marina te lo lees en un soplo, es una novela corta con una letra ENORME y espaciado doble que hace que la lectura corra como semental, sin embargo y al mismo tiempo te atrapa tanto que por momentos realmente te sientes viviendo en las calles de España, comiendo esos croissans que comían Marina y Oscar en el desayuno, respirando ese café humeante a la estela de un amanecer soleado que penetra entre las brumas y la niebla de las calles de pedregal, no lo sé, pero para mí Marina ha sido volver a sentir.

Ahora, no me crean todo lo que les digo ehh, yo solo soy un simple lector que cuenta con un par de cientos de libros leídos en su haber, sin embargo les puedo asegurar una cosa... Los críticos ladrarán, los escépticos dirán que va de poca monta, los novatos a escritor lo verán de reojo y pensarán que ellos pueden escribir algo mejor, los veteranos lo leerán con ojos llorosos y dirán que tal vez pudo haberle hecho alguno que otro ajuste aquí y allá, pero hay algo que nadie ni nada podrán cambiar, y eso es que la historia de Marina, ya ha sido contada, ha salido de la pluma de Zafón, que esa historia ya no le pertenece a él ni a Oscar Drai, no me pertenece a mí ni a mi amigo Franco, te pertenece a ti, al mundo, a todos los ojos deseosos de empaparse en el manantial de las nuevas historias, fantásticas, increíbles e incluso dramáticas que colman de gozo nuestros corazones y empapan nuestros lagrimales con agua pura de emociones.

Marina no es ni de lejos un libro malo pero tampoco es un libro bueno, es tan solo un libro que fue concebido en este mundo, en este tiempo, en esta época que he tenido la suerte y el orgullo de leer.

Grande Zafón. Un beso a mi querida Marina, un abrazo y consuelo a Oscar y para Mijail y Eva, mis aplausos por seguir siendo lo que realmente eran, aún cuando la voluntad de Dios y el mundo los quiso convertir en monstruos.

POR SUPUESTO.

Hasta la próxima.

Att.